lunes, 9 de febrero de 2009

Tranquilidad



Ese ha sido el título del correo que he recibido hoy de mi ex-marido y ese ha sido el efecto que ha causado sobre mí sus letras.
Por fin puedo volver a respirar sin esa presión en el pecho que me oprimía hasta el alma.
Buena manera de empezar la semana y buena manera de llevar las cosas a buen término antes de terminar matándonos a pleitos en los tribunales, dejándonos el dinero en abogados y removiendo tantos años de buena convivencia y ciega confianza mutua que ahora se convertiría en arma de doble filo para según que conveniencias.

6 comentarios:

:-) dijo...

Yo también te deseo además de esa tranquilidad mucha suerte.
Besotes

Chuspi dijo...

Pues a ver si es verdad, porque nada más chungo que empezar la via contenciosa en los tribunales y acabar acatando una sentencia que en la mayoría de las veces no agrada a ninguna de las partes implicadas...
Pongamos unas velas por si acaso; P

Me alegro bien y que dure, dure!!


Besos!!

Pepe Castro dijo...

Ojalá que todo se desarrolle con la misma tranquilidad, por el bien de todos.

Mucha suerte.

Thelma dijo...

Suerte, muuuucha suerte voy a necesitar para afrontar todos los años que me quedan por delante con este hombre. Gracias ;)
Chuspi, he hecho todo lo posible para evitarlo, pero cuando alguien se cierra en banda, se cierra en banda y no atiende a razones. Ponme CIRIOS mejor que me van a hacer falta :P
¡Ay, Pepe! ...qué más querría yo....pero al menos YO ya le siento fuera de mi corazón, porque después de tanto como a hecho para dañarme no puedo sentir nada por él, ni siquiera odio, sólo pena por ver en qué se ha convertido mi bonita y romántica historia de amor :(
Un beso a todos

irene dijo...

Es triste y difícil, pero la mejor manera de no sufrir es dejar de amar.
No sé en cuanto tiempo puede lograrse, supongo que depende de los casos, pero mi amiga, hoy, después de casi un año de su separación, se deshacía en lágrimas, me daba una pena terrible, no sé qué decirle para que pase del amor al odio, o mejor a la indiferencia.
Besos.

Thelma dijo...

es mucho mejor y más sana la indiferencia que el odio, Irene, te lo digo por propia experiencia. Yo el sábado pasado me dí cuenta que podía serme indiferente, que es cuestión de cambiarse el chip y no aferrarse a lo que no puede ser. Mi consejo para tu amiga: que se rodee de gente que la aprecie y la recuerde lo importante que es quererse a una misma.
Un beso solidario