martes, 3 de febrero de 2009

Cuando ya no quedan palabras

sólo resta recurrir a los profesionales
sólo queda olvidar todo lo bueno
sólo puedes obviar tantos males
sólo quieres encender otro fuego
sólo sabes que ya nada ni nadie le hará cambiar de idea y que para él, sólo vale lo último que quiere ver y olvida todo lo anterior
no se puede luchar contra eso: la amnesia sentimental enfrentada a la locura temporal de la necesidad de sobrevivir a toda cosa, pese a quién pese, aunque sea a sí mismo, aunque lo único que tenga que perder sea a sí mismo, aunque ello supongo quedar reducido a un mísero ser amoral y sin principios.
Sentía una cierta molestia por ese pensamiento recurrente que le da sentido a su nueva vida y a su lucha, pensé que sería bueno mediar y hacerle recordar que está equivocado, que a pesar de todo lo dolido que pueda sentirse, yo lo estuve mucho más, que todo esto que está ocurriendo no me resulta agradable pero que es la consecuencia inevitable de su comportamiento. Pero me dí cuenta que sería en vano, que mi esfuerzo por intentar que volviera a ser una persona razonable, centrada y sensata sólo provocarían frustación en mí por no conseguirlo y dolor por ver en qué se ha convertido la persona objeto de mi amor incondicional durante tantos años.
No tiene sentido. Lo se. Ahora se que es la última vez que lloraré por su traición, no sólo con otra mujer, ni siquiera consigo mismo y sus principios morales, sino por traicionar mi confianza en el ser humano, sobre todo cuando éste es el padre de mis hijos.

4 comentarios:

:-) dijo...

Mucho ánimo y mucha fuerza guapa.
Besos.

Chuspi dijo...

Desde luego siempre es horrible una ruptura cuando no es de mutuo acuerdo,pero más lo es cuando el despecho nos ciega y sólo los ojos proyectan rabia.
Parece mentira que cambiemos tanto y nos volvamos seres indecentes joer,cuando en su día solo había amor...
Tienes razón en lo que dices,a veces intentar hablar y hablar para buscar una conciliacion, lo único que provoca es remover más la mierda ya existente y provocar que salgan hacia fuera todos los rencores, incluso los olvidados.

En estos casos, lo mejor será cerrar el diálogo y buscar la solución en solitario supongo, evitando que esas palabras suyas sigan llegando como puñales.

Pienso que por muy duro que sea, no hay más remedio....

Ya nos irás contando sí???

Animos y muchos besos valiente!!; P

irene dijo...

Ahora mismo tengo a mi compañera y amiga desesperada, no sabe qué pudo ocurrir, no entiende cuándo empezó todo, lo único que sabe, es que va a hacer un año que todo terminó, y no es capaz de superarlo, no hace más que llorar, ella no tiene, siquiera, el consuelo de unos hijos.
Yo tenía un amigo que decía, nadie merece que alguien llore por alguien.
Muchos besos, Thelma, y ánimo.

Thelma dijo...

Gracias ;)
Chuspi, seguro que os voy poniendo al día porque la guerra no ha hecho más que empezar y sus intenciones son tan malas que en su sano juicio podría verbalizar semejantes barbaridades
Si, Irene, los hijos son un consuelo, pero a la vez son el cordón umbilical con este ser que me impide romper con todo y empezar de cero. Dile a tu amiga que llega un punto en el que ya no sirve de nada saber qué ocurrió, ni cómo empezó, sino que hay que asumirlo, superarlo e intentar ser feliz, al menos, eso me digo yo a mí misma, y se EN PRIMERA PERSONA lo difícil que es.
Un beso a todas