¡¡¡Lo hicimos!!!

Siiii, nos ha costado pero ambas hemos dado el salto al vacío, no cogidas de la mano, saltamos cada una por separado, pero ahora sí estamos juntas y nos cogemos de la mano para amortiguar esa caída libre: para reír, para llorar, para rellenar nuestra soledad, para compartir nuestros hijos, para disfrutar de nuestra mutua compañía (por cierto, deberíamos pasarnos a la misma compañía de teléfono móvil, Louise).

Ahora que viajamos juntas, en este descapotable rojo que nuestra nueva vida nos ofrece, encontramos de todo por el camino. Hacemos amigos, algunos de cama, otros de copas, muchos de blogs y páginas de contactos. Y de todos cogemos lo mejor de cada uno y lo disfrutamos, porque la vida que estamos comenzando a vivir se compone de gente dispar y experiencias aún más dispares que no queremos dejar caer en el olvido ni que queden sólo entre nosotras.

Quizá no nos lea nadie, quizá algún otro alma separada de su media naranja se sienta idenfiticada con esta nuestra nueva etapa, nuestra segunda adolescencia con más muebles en la cabeza o quizá piense que somos unas lcoas descerebradas pero eso lo juzgará el tiempo.